En la COP15 en Montreal, los funcionarios tratarán de llegar a un acuerdo para proteger a los animales y los ecosistemas. No será fácil.
Uno de los eventos más importantes para la vida en la Tierra está a punto de comenzar. Esta semana y la próxima, delegados de más de 190 países se reunirán en Montreal, Canadá, para una conferencia conocida como COP15, o la Conferencia de Biodiversidad de la ONU, para elaborar un plan para detener el declive de los ecosistemas , la vida silvestre y la vida, servicios de apoyo que brindan.
Si el término “COP” suena familiar, es porque hubo otra conferencia de la ONU el mes pasado llamada COP27. Pero estos dos eventos son muy diferentes. La COP27 trató sobre el cambio climático: una conferencia de países “parte” del principal pacto climático de la ONU. La COP15 reunirá a las naciones que forman parte de otro importante tratado llamado Convenio sobre la Diversidad Biológica.
Sé que esto es mucha jerga, pero vale la pena conocer estos acuerdos. Podría decirse que son las herramientas más importantes que tiene el mundo para proteger el planeta y, en el caso de la conferencia sobre biodiversidad, se subestiman. Muchos expertos llaman a la COP15 la última oportunidad para revertir el declive de la naturaleza.
“Nuestro planeta está en crisis”, dijo Elizabeth Maruma Mrema, secretaria ejecutiva del Convenio sobre la Diversidad Biológica, en una conferencia de prensa a principios de este mes. Más de un millón de especies están en peligro de extinción, dijo, y las poblaciones de la mayoría de los principales grupos de animales han disminuido en un promedio del 69 por ciento dijo:
“Claramente, el mundo está pidiendo a gritos un cambio”.
Durante la COP15, que comienza el miércoles, se espera que los negociadores finalicen y firmen un documento llamado Marco Global de Biodiversidad Post-2020. Puede pensar en él como el Acuerdo de París, pero para la biodiversidad, una estrategia con casi dos docenas de objetivos medibles diseñados para conservar los ecosistemas y los beneficios que brindan, como alimentos y medicamentos derivados de plantas.
Uno de los objetivos más llamativos y controvertidos es el compromiso de conservar al menos el 30 por ciento de la tierra y el agua de la Tierra para 2030. Se conoce como 30 por 30. El acuerdo también aborda lo que quizás sea el tema más debatido: ¿Quién pagará por todos? ¿de esta? Esto es especialmente relevante para las naciones más pobres y las comunidades indígenas, que albergan la mayor parte de la biodiversidad restante del mundo.
Finalizar el marco de la biodiversidad en la COP15 será difícil. Hay una brecha notable entre las naciones ricas y las pobres, lo que podría estancar las conversaciones. Hasta el momento no asistirá ningún jefe de estado, aparte del primer ministro canadiense, Justin Trudeau . Los negociadores, que tienen que acordar términos específicos, ya están agotados de la COP27. Mientras tanto, la Copa del Mundo está llamando la atención en otros lugares.
Pero si se firma el marco y cuando se firme, será un gran momento para la conservación, y podría ayudar a evitar un futuro apocalíptico, donde incluso nuestras necesidades más básicas, como agua limpia y alimentos, son difíciles de satisfacer. Esto es lo que puede esperar en los próximos días.
El Convenio sobre la Diversidad Biológica, explicado brevemente
La ONU supervisa cientos de tratados globales sobre todo, desde los derechos humanos hasta el espacio exterior. Son esencialmente contratos entre un grupo de países que estipulan cómo deben comportarse y son legalmente vinculantes. Uno de ellos es la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC): de ahí surgió el Acuerdo de París y el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados centígrados.
Un tratado relacionado es el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), que data de principios de los 90. Establece tres objetivos principales:
Conservar la biodiversidad , que incluye especies, ecosistemas y diversidad genética.
Utilizar sus componentes, como animales salvajes, de forma sostenible.
Y compartir equitativamente los diversos beneficios de los recursos genéticos. Esos recursos podrían incluir medicamentos derivados de bacterias o genes que producen características deseables en los cultivos, como la tolerancia a la sequía.
Las partes del CDB generalmente se reúnen cada dos años en eventos conocidos como la Conferencia de las Partes, o COP, para verificar el progreso y actualizar los términos del contrato. Eso es lo que está sucediendo esta semana en Montreal (se suponía que la COP15 comenzaría en 2020, pero se retrasó varias veces debido a Covid; la primera parte del evento tuvo lugar el año pasado en Kunming, China).
Todos los países del mundo son parte del CDB, excepto la Santa Sede (también conocida como el Vaticano), y los Estados Unidos. ¿Por qué?
La esencia es esta: en los EE. UU., los tratados deben ser ratificados en el Senado por una mayoría de dos tercios , y los legisladores conservadores temen que unirse a acuerdos globales ponga en riesgo la soberanía estadounidense. (En el caso de CBD, no lo hace ).
Dicho esto, Estados Unidos seguirá teniendo una gran presencia en la COP15. Aunque no puede votar formalmente sobre el lenguaje en el marco, aún enviará una delegación a Montreal y, en última instancia, ayudará a dar forma al resultado, dado el tamaño de su economía y la abundancia de vida silvestre.
A diferencia de las grandes COP climáticas, los jefes de estado generalmente no se presentan en las conferencias del CDB, lo que los ambientalistas denuncian. “Esta es una situación muy preocupante considerando que esta conferencia crítica busca acordar un camino para frenar el colapso de todo nuestro sistema de soporte de vida planetario”, dijo Campaign for Nature, un grupo ambientalista que aboga por 30 por 30, en un comunicado el mes pasado. “Tener líderes de gobierno allí es fundamental para elevar esta crisis al nivel que se merece”.
Una de las razones por las que su asistencia es tan importante, dice la campaña, es que indica a los inversores y accionistas que los países están unidos en el esfuerzo por proteger el planeta.
Pero la COP15 todavía está atrayendo más atención y asistentes que, quizás, cualquier otro evento de biodiversidad de la ONU antes, dijo Brian O’Donnell, quien dirige la Campaña por la Naturaleza. Ya se han registrado más de 10.000 delegados, según el CDB. “Este va a ser un asunto mucho más grande de lo que jamás hayamos visto”, dijo O’Donnell, en comparación con otras COP de biodiversidad. “La cantidad de participantes es mayor, la cantidad de atención de los medios es mayor, lo que está en juego es mayor”.
Lo que la COP15 pretende lograr
Evitar los peores efectos del cambio climático es, en cierto sentido, bastante simple: mantener el calentamiento por debajo de 1,5 °C limitando la emisión de gases de efecto invernadero. Sin embargo, proteger la integridad de los ecosistemas es un poco más complicado, al igual que lo que los países intentarán lograr en Montreal.
Uno de sus principales objetivos es descubrir cómo proteger los entornos naturales restantes, restaurar los que están dañados y hacer que las corporaciones detengan una mayor destrucción. Sencillo, ¿verdad? No escuchará tanta charla sobre “emisiones netas cero” en Montreal como términos como “naturaleza positiva”, una palabra de moda que generalmente se refiere a un futuro con ecosistemas más intactos, en comparación con la actualidad, y ” soluciones basadas en la naturaleza “.
¿Así que, cuál es el plan? La mayor tarea pendiente en la COP15 es que los países acuerden una serie de objetivos que pueden alcanzar para 2030. Eso es lo que hay en el marco de la biodiversidad, en el que los expertos han estado trabajando durante algunos años. Actualmente hay 22 de ellos, pero ese número podría cambiar.
Los objetivos cubren mucho territorio y son bastante específicos. La meta 2, por ejemplo, llama a los países a restaurar el 20 o el 30 por ciento de las tierras y aguas degradadas, la meta 3 propone conservar al menos el 30 por ciento del planeta (por ejemplo, limitando el desarrollo y otras actividades dañinas), y la meta 7 sugiere reducir la el uso de pesticidas o los riesgos de los mismos a la mitad o dos tercios. También hay objetivos relacionados con especies invasoras, subsidios dañinos, desechos plásticos y el papel de las empresas en la prevención de la pérdida de biodiversidad.
Además de analizar el marco, los negociadores en la COP15 también diseñarán, y esto es clave, un mecanismo para medir el progreso hacia esos objetivos. Es más fácil hacerlo para unos que para otros. Para el objetivo 3, por ejemplo, sobre la conservación de al menos el 30 por ciento de la Tierra, ya existen bases de datos de áreas protegidas, que muestran cuánta tierra se conserva formalmente.
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